Pero será en vano enfocarse solo en esto si no cuidamos entre todos el primer eslabón de la cadena de valor del agua, que son los acuíferos y los ecosistemas que nos proveen de la misma, los cuales se encuentran cada día  más amenazados.

EL AGUA SALVA VIDAS, al convertirse en la principal herramienta que existe en los hogares para protegerse del Covid-19, mediante el lavado de manos.   Esta recomendación, junto a la de quedarse en casa, son las dos principales directrices de las autoridades sanitarias.

El agua es vida, es muy importante el acceso a agua segura.  El carácter global de esta emergencia deja en evidencia que estamos hablando de un derecho de primerísimo orden, es imprescindible un cambio de cultura en la gestión de su demanda para que los diferentes niveles de gobierno, las empresas y la sociedad civil contemplen el agua como un recurso limitado y valioso que es necesario proteger. En este estado de crisis humanitaria, de salud, económica y social que estamos atravesando, nos invita a reflexionar sobre los privilegios que algunos tenemos de tener agua potable disponible en nuestros domicilios, por sobre los que no tienen nada…….Y nos obliga a ensayar una respuesta colectiva, solidaria en armonía con nuestro planeta. Y en esto las cooperativas tenemos un rol fundamental como entidad de la Economía Social y Solidaria y como representantes de la comunidad toda en la prestación de servicios